Ana Martínez y Maite Torres acudieron a Madrid a la sede de Kraft. DN.
En representación de todas las afectadas dos ex trabajadoras de la factoría que la firma americana Kraft Foods tiene en Viana se desplazaron el pasado viernes hasta Madrid para manifestar su sorpresa e indignación por su salida de la empresa desde el pasado mes de enero por ser familiares de mandos intermedios, una normativa de nueva aplicación en la compañía, según explicaron .Aprovechando la visita que la presidenta de Kraft en todo el mundo, Irene Rosenfeld, realizó a Madrid el pasado viernes las ex-trabajadoras, pancarta en mano, acudieron con el sólo objetivo de airear el agravio que según ellas se les ha hecho. En la pancarta reivindicativa se podía leer: "Kraft de Viana discrimina a familiares intermedios. La familia no se elige".
Los trabajadores de Viana, se unieron en su protesta a los 73 despidos de la factoría de Madrid y la de Mahón (El Caserío), que ha sido vendida a la nueva Rumasa.
Discriminación
Las dos ex trabajadoras que acudieron hasta Madrid, Ana Martínez y Maite Torres, explicaron su experiencia. "Nos parece un ataque contra la dignidad de las personas en el que nos hemos visto implicadas y, desde luego, una discriminación en toda regla. Lo peor es que a nadie de las afectadas se nos ha dado una explicación. Nosotras vamos a seguir luchando por algo que nos parece totalmente injusto", comentaban.
La salida de un grupo de más de diez trabajadoras que prestaban su servicio a través de una ETT motivó ya una primera concentración de protesta en Viana a comienzos de febrero, para lo que se aprovechó la presencia de la consejera de Obras Públicas del Gobierno foral, Laura Alba, y del secretario general del PSN, Roberto Jiménez, en una inauguración. Las movilizaciones continúan, ya que hasta el momento no ha habido cambio de actitud en la empresa.
Los trabajadores de Viana, se unieron en su protesta a los 73 despidos de la factoría de Madrid y la de Mahón (El Caserío), que ha sido vendida a la nueva Rumasa.
Discriminación
Las dos ex trabajadoras que acudieron hasta Madrid, Ana Martínez y Maite Torres, explicaron su experiencia. "Nos parece un ataque contra la dignidad de las personas en el que nos hemos visto implicadas y, desde luego, una discriminación en toda regla. Lo peor es que a nadie de las afectadas se nos ha dado una explicación. Nosotras vamos a seguir luchando por algo que nos parece totalmente injusto", comentaban.
La salida de un grupo de más de diez trabajadoras que prestaban su servicio a través de una ETT motivó ya una primera concentración de protesta en Viana a comienzos de febrero, para lo que se aprovechó la presencia de la consejera de Obras Públicas del Gobierno foral, Laura Alba, y del secretario general del PSN, Roberto Jiménez, en una inauguración. Las movilizaciones continúan, ya que hasta el momento no ha habido cambio de actitud en la empresa.
