- Las crecidas de febrero se han llevado 8 metros de ribera y han dejado a una de las naves a 5 m del cauce
Las seis empresas situadas a orillas del Ebro en el polígono industrial Las Cañas de Viana observan con preocupación los efectos de la crecida del río, que entre la avenida del 1 de febrero y la de esta semana ha engullido 8 metros de ribera y este miércoles se llevó parte del vial trasero que limitaba el espacio del polígono por la zona fluvial.
En concreto, la situación en que ha quedado la empresa de perfiles de aluminio Carvial es alarmante, a cinco metros de las aguas, parapetada únicamente por terrenos de cultivo fácilmente erosionables, sin hormigón ni escollera que los proteja. “A principios de febrero la riada se llevó la hilera de chopos que contenían el río y la vega de unos ocho metros. Esta semana ha sido el vial de hormigón el que se ha empezado a caer”, explicaba el propietario, José Manuel Viguera Íñiguez.
El pasado martes por la noche, personal del Ayuntamiento, el alcalde Gregorio Galilea y una dotación de bomberos estuvieron examinando la zona. “También se ha preocupado el sargento de la Guardia Civil, me ha llamado la propia delegada del Gobierno en Navarra y también he pedido ayuda a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Agradezco toda esta atención, pero hasta el momento nadie sabe darme una solución”.
El viernes por la noche se precintó el vial de hormigón por seguridad. “Hay gente que viene por aquí con el coche, a pescar, a pasar a los perros, más de ella que parece”, indicó.
El resto de las naves no están amenazadas de momento, pero no pierden de vista la subida del Ebro. En el polígono Las Cañas están situadas Hormigones Ebro, que queda alejada del cauce, seguida de Carvial, Goivi Coches y Cunas, Riser Alquiler de maquinaria, Cimer Electrodomésticos y Logisiete, que sí quedan junto a la ribera. Ninguno de ellos está de momento en una situación parecida a su vecino Carvial.
UNA ZONA URBANIZABLE
“De acuerdo que es una zona inundable, pero se trata de un polígono industrial aprobado por el Ayuntamiento de Viana y las autoridades de la Comunidad foral, alguna solución tiene que haber”, se quejaba Viguera.
De momento, no hay ninguna. Carvial lleva cinco años en el polígono Las Cañas de Viana, uno de los más recientes de la ciudad. Allí se trasladó tras dejar sus antiguas instalaciones en el vecino polígono La Granja de Logroño. “Ya me tocó la riada anterior, la de hace dos años, pero esa no tuvo consecuencias. Cada vez son peores, porque los cauces no están limpios y el agua busca salidas”. Su mayor preocupación es lo que puede quedar por venir. “Nos han avisado ya de que va a continuar lloviendo y que en los próximos días puede producirse una nueva riada. Probablemente no será cómo esta última, pero es que ahora ya no tenemos defensa casi contra el agua”.
José Manuel Viguera se lamenta de no contar con una escollera. “Hace tres años se la pedí a la CHE, e incluso me ofrecí a ponerla yo mismo para tener los terrenos más protegidos. Sin embargo, me aseguraron que una obra de este tipo estaba estrictamente prohibida y que si la realizaba, tendrían que denunciarme. Si hubiera tenido esa defensa, ahora el río no habría entrado hasta aquí”, asegura.
