6 oct 2011

La escuela de idiomas de Viana amplía horario ante el aumento de matrículas

Los programas de francés y euskera no han salido por falta de demanda y se ha abierto lista de espera en inglés
Un grupo de alumnos de inglés, en una de las aulas de la escuela, con la profesora Susana Ginés Crespo.

La escuela municipal de idiomas de Viana se ha visto obligada este curso a ampliar su horario para hacer frente al incremento de un 30% en el número de alumnos respecto al año pasado, cuando echó a andar. Oficialmente, el plazo de matriculación finalizó el pasado día 9 de septiembre, pero todavía hoy se están registrando matrículas que, en su mayoría, están pasando a una lista de espera.
Ahora son 130 las personas admitidas -un 60% de ellas escolares- en un servicio que imparte inglés para niños y adultos, castellano para extranjeros y matemáticas. Finalmente, este centro no ofrecerá clases de francés ni euskera que, aunque sí se habían ofertado inicialmente, no han podido salir adelante por falta de demanda suficiente.
Donde no ha habido problemas -es más, se ha abierto una lista de espera- es en el idioma anglosajón. Él se lleva la inmensa mayor parte de los alumnos y son las filólogas Susana Ginés Crespo y Ana Ciordia Martínez, vecinas de Viana y Estella respectivamente, las que se ocupan de impartir sus sesiones. "Yo estoy muy contenta con la aceptación que está teniendo la escuela y estamos haciendo todo lo posible por admitir a los que hoy están fuera manteniendo siempre la política de grupos reducidos -un máximo de ocho por clase- para alcanzar mejor las necesidades de cada alumno", indicó la primera.
Sobre todo, por la tarde
La escuela centra su actividad por las tardes, de entre las cuatro a las nueve de la noche. Primero es el turno de los escolares y después, a partir de las siete, llegan los adultos. "Este año, hemos detectado que los padres están muy interesados porque empiecen el contacto con el inglés a una edad cada vez más temprana, con 3 o 4 años, y se han creado más grupos. Se pretende que el niño vaya todavía mejor en esta materia, no porque se tenga necesidad de refuerzo que sí es, en cambio, lo que les mueve a los adolescentes a recibir este tipo de clases", explicó Susana Ginés.
Por otro lado, las causas del público adulto tienen la difícil situación laboral como fondo, tal y como apuntó Ginés. "Pretenden engrosar currículum, formarse más de cara a una oposición y también aprender a desenvolverse cuando realicen viajes al extranjero".
La pretensión de aprender sin tener una finalidad concreta se reserva para el grupo de mañana. "Son adultos que se interesan por el inglés como curso cultural, por interés personal. Algunos son jubilados", dijo Ginés.
La mayoría de los alumnos residen en Viana, pero también se acerca gente de localidades limítrofes como Bargota, Meano, Aras o Sansol. "Antes, tenía que salirse mayoritariamente a Logroño para recibir este tipo de formación extra, aunque siempre ha habido profesores extraescolares en Viana", puntualizó Ginés.
Incluso, en el último tiempo la conocida casa Añoa de Viana había acogido clases de inglés como anticipo de la escuela municipal que el Ayuntamiento acondicionó en el verano de 2010 en una bajera de una reciente promoción de viviendas en el barrio de La Solana con mejores condiciones de espacio. El local, de unos 180 metros cuadrados, dispone de tres salas para acoger unas clases que empezaron el pasado lunes. "Seguimos el calendario educativo escolar local y él será el que marque el final", dijo Ginés.

CLAVES

1 El precio. La escuela, de cuyo mantenimiento se ocupa el Ayuntamiento, cuesta 360 euros por alumno y curso para impartir dos horas semanales.
2 Las profesoras. Las filólogas Susana Ginés Crespo (Viana) y Ana Ciordia Martínez (Estella) se ocupan de las clases de inglés. El programa de matemáticas lo imparte Maider Goñi Aguirre (Viana) y Carmen Bujanda Abadía está al frente de las sesiones de castellano para extranjeros que reciben, en su mayor parte, mujeres pakistaníes y marroquíes. Actualmente, son 16 las apuntadas.
3 Se abre la lista de espera. El curso pasado, cuando se puso en marcha la escuela, fueron cien sus alumnos. Este segundo año son 130 los admitidos, un aumento del 30%, y 6 escolares están en lista de espera.