23 jul 2011

Pastas para celebrar la Magdalena

Procesión, banda y reparto de dulces centraron los actos del día de la patrona
Los portales del ayuntamiento fueron el escenario para repartir pastas y moscatel a los vecinos.

viana. Viana celebró ayer su día grande de las fiestas, la Magdalena, con un completo programa de actos tanto oficiales como lúdicos. Autoridades locales y también del Gobierno de Navarra, La Rioja y la localidad francesa de La Brede, se dieron cita en la ciudad para participar de la Procesión y celebración religiosa que tuvo lugar a las 12 de la mañana para, seguidamente, repartir las tradicionales pastas entre los vianeses.
La Procesión ofreció nuevas caras con respecto a los años anteriores, ya que ha habido muchos cambios en los miembros de la Corporación municipal. Uno de ellos ha sido que la responsabilidad de portar la bandera de la ciudad, que le corresponde hacerlo al concejal más joven, ya no es de Alberto Sáenz Sainz, que sigue formando parte del equipo de gobierno, sino de Marta Tejada Arandia, que a sus 26 años se ha convertido en la benjamina de la Corporación. Manifestaba haber disfrutado durante la Procesión de ayer más que la víspera. "La bandera pesa, de hecho tengo un cardenal en el hombro, el recorrido de hoy era mucho más corto y no hacía viento, así que me he sentido más cómoda", comentaba. Esta joven está viviendo sus primeras fiestas como concejala y aseguraba que el primer día a las once de la noche ya estaba en la cama. "Hoy me esperaba una jornada dura y había que madrugar. Supongo que pasado el día de la Magdalena, el más oficial, podré relajarme un poco más", añadía.
Quien ha asumido un gran protagonismo en las fiestas, desde que se constituyese hace ya cinco años, es la banda municipal de música. Para sus miembros también ayer fue el día más importante, ya que comenzaron la jornada con las dianas a las 10 de la mañana y posteriormente acompañaron a la Procesión. Francisco Abadía Gauna, de 55 años, toca el clarinete y es miembro de la banda desde que se fundó. Él, al igual que muchos vecinos, opina que la banda "ha colaborado a dar mayor protagonismo a los actos festivos". Lo cierto es que el peso de este grupo en la ciudad ha ido creciendo y eso lo corrobora el número de músicos que lo integran, que ha pasado de 30, en su comienzo, a los 55 que son hoy día. Todo conlleva su sacrificio y tener que tocar durante las fiestas supone "quitarse algún gin-tonic por la noche", manifestaba Abadía, quien aseguraba seguir poniéndose nervioso y emocionándose con cada actuación. María José Cariñanos Pérez, de 43 años, es otra de las componentes. Toca la flauta travesera y se siente orgullosa de tocar con su hija, Raquel Sáez Cariñanos, de 15 años, que ha optado por la trompa. Hubo un momento en el que su otro hijo, Daniel, también formaba parte de la banda. "Son muchas horas de ensayos, pero lo pasamos bien y lo compensa todo el ver la calle llena de gente escuchándote", comentaba.
Sus actuaciones no se limitan a fiestas, sino que también actúan en Navidad, primavera, Santa Cecilia y en el concierto previo a fiestas. Este año saldrán también a San Sebastián y a Torrecilla (La Rioja).

La ciudad cantó a la Virgen de la Magdalena

Las panaderías locales Rubio y Abadía fueron las encargadas de preparar los dulces para el día de la patrona

Viana celebró ayer el día grande de sus fiestas en honor a la Virgen de la Magdalena. La jornada comenzó con una eucaristía dedicada a la patrona y prosiguió con el tradicional reparto de pastas en los porches del consistorio.
Antes, a las doce en punto del mediodía, las campanas de la iglesia de Santa María avisaron a los vianeses del comienzo de la misa, que se celebró en honor a la patrona. Los gigantes, la banda de música y la corporación municipal se pusieron en marcha en dirección al templo desde los bajos del ayuntamiento.
Auroros y coro parroquial
"Vamos todos a la fiesta a compartir como hermanos la palabra, el pan y el vino y a darnos fraterno abrazo". Así cantó el grupo de auroros junto al coro parroquial el inicio de la eucaristía. Ambos conjuntos se unen dos veces al año y en esta ocasión lo hicieron para poner la música en una misa navarra adaptada para honrar a la patrona.
"Colaboramos conjuntamente en dos actos anuales. En el día de la patrona y el día de la Virgen de la Asunción, que se celebra el 15 de agosto. En total, nos unimos 25 componentes del coro parroquial más los 30 que formamos el grupo de auroros", explicó Alberto Cecilio García, presidente de los auroros de Viana.
Alberto Cecilio preside el conjunto musical desde hace tres años, momento en el que se celebraron las primeras elecciones para elegir la junta directiva. "Ahora mismo el grupo de auroros es una entidad estable. Actuamos 15 veces al año para cantar en las dianas", destacó el presidente. Y es que el grupo lleva más de 30 años saliendo por las calles de la ciudad, aunque, de manera intermitente.
Fue el vianés Pedro Rozas Angulo, más conocido como "El Periquillo", quien mantuvo la tradición de los auroros desde 1917 hasta principios de los 50. Rozas salía solo por las calles en las auroras, hasta que le prosiguió otro local conocido como "El Serio". No fue hasta los 80 cuando Francisco Navarro Villoslada formalizó el grupo de auroros. El conjunto solo ensaya antes de cada actuación.
Ofrendas a la patrona
El acto estuvo presidido por el párroco, José María Ortiz, que estuvo acompañado por los sacerdotes Juan Cruz Labeaga, Pelayo Sainz Ripa, Floren Juntas Malviedo y Jesús Argerich Fernández. La corporación infantil y los pequeños de la banda de música fueron los protagonistas en las ofrendas a la patrona.
Como manda la tradición, fueron el escudo de la ciudad y la vara de mando del alcalde, la faja y el pañuelo de fiestas más instrumentos musicales las ofrendas que se presentaron a la patrona. Además, también se ofrecieron el pan, el vino y una vela, que simbolizó el trabajo, el esfuerzo y la entrega de los habitantes de Viana.

El reparto de sesenta kilos de pastas concentró a los vecinos en la plaza

Una hora después de la misa, en los porches del ayuntamiento de Viana, comenzó el reparto de pastas por parte de las autoridades. En total, se entregaron 60 kilos de pastas elaboradas por las panaderías locales, Abadía y Rubio. Además, también se ofreció moscatel y vino navarro.
Antes de que la eucaristía finalizase, muchos vecinos guardaron fila para el reparto de pastas. Entre este grupo que se colocó primero para recibir los dulces estaban Javier Leal García y Víctor Sáenz Tarasaga, de 12 años. "Nos gustan mucho las pastas y por eso hacemos cola tan pronto. No queremos quedarnos sin nada. Las que más nos gustan son las españoletas, pero comeremos de todas las que nos den", comentaron los dos amigos. "Aunque este es un buen día, lo que preferimos de las fiestas de Viana son los encierros", explicó Javier Leal.
Entre los cientos de asistentes al reparto se encontraba el matrimonio formado por Sara Juntas Llániz y Santiago Barco García. "Las pastas están muy ricas y es un placer disfrutarlas el día de la patrona. Es la jornada más especial de todas y la más bonita", coincidieron.
La corporación municipal se encargo de repartir los dulces. Entre los invitados se encontraban el alcalde de Viana, Gregorio Galilea (PSN); y el primer edil de la localidad hermana de La Bréde, Michael Dufranc; Alberto Catalán, presidente del Parlamento (UPN); Anai Astiz, consejero de Fomento y Vivienda; José María García, presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos; el parlamentario y alcalde de Los Arcos Jerónimo Gómez Ortigosa, la primer edil de Mendavia, María José Verano Elvira (PSN), y Eradio Ezpeleta, secretario de Organización de UPN, entre otros.
La panadería Rubio es una de las encargadas de elaborar estas pastas para esta jornada desde hace más de 20 años. "Se preparan con mucha ilusión. En total, hacemos 10 kilos de magdalenas, otros 10 de españoletas, 5 de mantecados y 5 de galletas", explicó Rosana Arteaga Mendaza, propietaria del establecimiento. "Lo que más te satisface es ver que gustan tanto y que muchos locales que viven fuera compran pastas para llevarse a casa", apuntó Mendaza.