Apertura de la temporada de sidra en Casa Armendáriz de Viana

viana. La sidrería Casa Armendáriz de Viana celebró la semana pasada su decimosexta edición de la apertura del txotx. Como cada año, quiso contar en este acto con amigos, clientes y vecinos de la localidad y no faltó tampoco un grupo de deportistas de élite que se desplazaron hasta la ciudad para catar la primera sidra de la temporada.

Miguel Zapiain, responsable de la famosa firma de sidras de Astigarraga, acompañó una vez más a los responsables de Casa Armendáriz. El experto definió la sidra de este año como "agradable y fácil de beber, de color amarillo verdoso, limpia y con evidencias de frutas". Añadió que la sidra que se sirve a partir de ahora en las sidrerías y la que se encuentra en mercado es ya la de la cosecha del año 2012.

Los encargados de abrir la kupela y servir los primeros tragos de sidra fueron los pelotaris Merino II y Cecilio, campeones de Primera y Segunda respectivamente. Tras ellos fueron desfilando por la cuba los pelotaris Gorostiza, Merino I, Víctor y Gorka, y también una representación del Club Atlético Osasuna, como Sisi, Cantero e Iñaki Ibáñez, así como el biker Benito Ros. Otros deportistas como Titín, habitual a este txotx, no pudieron acudir por motivos de salud, ni tampoco el alpinista Juanito Oyarzábal, con cuya presencia se contaba.

José Antonio Pipaón Fernández, uno de los responsables de Casa Armendariz, agradeció tanto la presencia de los deportistas que asistieron como el apoyo de los ausentes y animó a todos los vecinos y amigos que les acompañaron en la apertura del txotx a disfrutar de la velada y sentirse como en su casa.

deporte y anécdotas Como ya es tradición, el campeón del mundo de trial bici, el vecino de Abárzuza Benito Ros, deleitó a todos con su habilidad y piruetas con la bicicleta. El campeón manifestó estar animado para conseguir el décimo campeonato, aunque manifestó que "no será fácil y hay mucho trabajo que hacer, pero, ¿por qué no?"
No faltó tampoco a la cita el historiador local Félix Cariñanos, quien despertó las risas de los asistentes interpretando El tango de la Tomasa, recordando anécdotas de su abuela Felisa, aficionada a la sidra, según manifestó el propio Cariñanos.
Las decenas de personas que se acercaron hasta la sidrería el pasado día 6 de febrero pudieron disfrutar no sólo de la sidra sino también de la buena cocina de Casa Armendáriz, que se encargó de acompañar el caldo con una variedad de guisos. No faltó tampoco en el evento vespertino la música del grupo de trikititxa de Erentzun ikastola.