25 jul 2013

Los niños de Viana acompañaron a la Comparsa con sus propios gigantes

El programa festivo se centró en los más pequeños, con chocolate, hinchables y pasacalles propio
Once gigantes de reducido tamaño desfilaron con la Comparsa. (A.C)

VIANA. Los más pequeños fueron ayer los protagonistas de la jornada festiva en Viana, ya que pudieron disfrutar de una buena chocolatada a primera hora de la mañana, con bombas japonesas e hinchables que reunieron a buen número de jóvenes vianeses. Pero la novedad este año fue que el Consistorio permitió a los niños desfilar con sus propios gigantes junto a la Comparsa oficial.

Existe una gran afición en Viana por estas figuras festivas. La ikastola Erentzun incluso organizó un taller de gigantes y cabezudos con sus alumnos. Desde el Ayuntamiento se decidió dar cabida a esta afición de los niños en el programa oficial. De hecho, el sábado antes de fiestas ya hubo una concentración de gigantes en los aledaños de la residencia de ancianos.

Once gigantes de reducido tamaño acompañaron ayer a los originales durante el pasacalles. Todos bailaron las figuras con gran seriedad y muy atentos a la música que tocaba la charanga Miracueto. Germán Sanz Ábalos, de 6 años, fue uno de los niños que desfiló. Ya tiene dos gigantes, puesto que le encantan, son imitaciones del rey y reina cristianos de los gigantes vianeses. Según cuenta, toda la familia ha estado involucrada en la fabricación. "Mi padre ha hecho el armazón y la cabeza, mi abuela ha cosido los trajes y mi tío ha pintado la cara", explicaba Sanz. Aunque de los dos ha optado por sacar el del año pasado, el nuevo todavía le resulta demasiado pesado y tendrá que esperar al año que viene para desfilar. Sus amigos Rodrigo Ciaurri, Alan Díaz de Cerio y Héctor Valencia también tienen sus propios gigantes, por lo que pueden preparar pequeños pasacalles entre ellos.

La afición por estas figuras no se limita a los días de fiestas y durante las tardes de verano puede verse en la plaza a los niños jugando con cabezudos, gigantes y con toros de ruedas, con los que organizan encierros. Germán Sanz, ayudado por su padre, ha adaptado su toro con unas bengalas y lo ha convertido en un pequeño toro de fuego que hace las delicias de los chavales recorriendo la calle Mayor.

Aunque la jornada se centró especialmente en los más pequeños, no faltó el evento gastronómico para los vecinos. Ayer tocaba degustación de choricillo. La peña Los Azulones, como viene haciendo desde hace años, se encargó de prepararla y repartir cientos de raciones entre los vecinos.

1 comentario:

  1. Esta periodista que viene por Viana no se entera...
    Ni hubo bombas japonesas, ni el pasacalles infantil fue "permitido" sino mas bien alentado. Hubo 13 gigantillos... etc. También hubo gaiteros tocando delante del pasacalles, pero no los vio ¿? El otro día hubo 64 niños a recoger el pañuelo y no 59. En fin, que un copia-pega del programa no es describir lo que sucede. Que nos manden a algún becario que lo hará mejor.

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