El día de la patrona se alimentó con 130 kilos de pastas

Quizá Viana sea de las pocas localidades de la comarca que en el día de su patrona no hay procesión. La talla de madera de La Magdalena, de estilo renacentista y recubierta de plata, preside el salón de actos municipal y el primer día de fiestas -este año el sábado- se traslada a las ocho de la tarde a la parroquia de Santa María entonces sí a hombros. Y otra vez regresará envuelta en el ceremonial religioso el próximo día 25 de julio.

Pero sin paseo por las calles, la patrona de Viana sí estuvo muy presente en la segunda jornada festiva con un lugar destacado en el altar mayor y rodeada de los ramos de flores que anteayer le colocaron los vecinos al término de su mudanza. Entre ellos, los remitidos por el Ayuntamiento y el de la localidad gala con la que están hermanados desde hace trece años, La Brède.
Las fiestas de La Magdalena, que terminarán el miércoles, se conciben con unas celebraciones abiertas a toda la comarca mientras que las de septiembre en honor a la Virgen de Nievas se disfrutan en familia. Y un reflejo de ese espíritu eran ayer los primeros bancos de la iglesia durante la misa que se celebró a las doce del mediodía.

LARGA LISTA DE AUTORIDADES

Hasta Viana acudieron numerosas autoridades forales y municipales invitadas por el Ayuntamiento encabezado por el socialista Gregorio Galilea, como el presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán; el consejero de Administración Local, Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Javier Esparza; el secretario general del PSN, Roberto Jiménez; el presidente del PP de Navarra, Enrique Martín y su homólogo en PNV, Manu Ayerdi; el parlamentario socialista Samuel Caro; el presidente de Mancomunidad de Montejurra, el socialista Pedro Mangado; el alcalde de Lazagurría, el regionalista Maxi López Caro y, en representación del Ayuntamiento de Estella, la socialista Nela Rodríguez además del ex consejero y compañero de partido Anai Astiz. También acudió el jefe de la Policía Foral en la comarca, Carlos Yárnoz.

Todos ellos se encargaron después en los porches del edificio consistorial del tradicional reparto de las pastas con el que el Ayuntamiento invita a vecinos y visitantes, para lo cual se trajeron 150 kilos de dulces regados con 50 litros de moscatel y 12 de vino. Una labor a la que también se sumaron los dos concejale s y el alcalde, Michel Dufranc, de La Brède. La expedición gala siempre acude a estas fiestas de julio así como el 1 de febrero al día de San Felices, cuando la ciudad recuerda su fundación. "Nos gustaría estrechar más los lazos de hermanamiento, sobre todo con los jóvenes ya que el intercambio escolar parece que es más difícil. Pero sí podríamos impulsarlo con los ayuntamientos infantiles porque nosotros también tenemos uno", apuntó el primer edil.

Una corporación txiki que este año le ha tocado presidir a Nerea Pérez Dueñas, de 13 años, que ayer junto al resto de sus compañeros acudió a la misa con la vara de mando. También la víspera portó el mismo distintivo durante la procesión de La Magdalena y repetirá en las fiestas de septiembre cuando lance el cohete el día del niño. "Seguro que pasaré un poco de miedo porque no me gustan nada", se sinceró la pequeña, que dijo ya haberle cogido "el truco" a cómo portar la vara de mando.
Y tras la vorágine del fin de semana, Viana afronta hoy una jornada más tranquila en la que se inician las degustaciones, como la del choricillo en la plaza de San Pedro organizada por la peña Los Azulones a las once de la mañana, la de migas en la calle Serapio Urra a cargo de La Custodia a las 19.30 horas y la de patatas bravas en la Acción Católica a las 21 horas, esta vez de la mano de La Serrería.