El trueque también es negocio en Viana

Un vecino ha decidido rentabilizar su local inactivo con un establecimiento de intercambio

LA crisis tiene también sus cosas positivas, y una de ellas es despertar el ingenio y la imaginación de algunas personas para emprender negocios originales, hasta ahora poco conocidos. Es el caso del vianés Ángel Ballesteros Arina, de 43 años. Hace un tiempo, y ante la bajada de las ventas, decidió trasladar su negocio de prensa y otros artículos a una ubicación más transitada, en la calle Mayor de Viana. Esto hizo que su local en propiedad, en la calle Abajo de San Pedro, nº 1, quedase vacío. Ante la imposibilidad de alquilarlo y puesto que los gastos fijos tenía que pagarlos igualmente, decidió rentabilizar el espacio. Así pues ha decidido poner en marcha un negocio de trueque, cuyo nombre es Musutruk.
"Esto no es una ONG, sino un negocio, yo estoy aquí para ganarme la vida", aclaraba. El modo de funcionar consiste en que los clientes entregan objetos, nuevos o de segunda mano, pero en perfectas condiciones, y el propietario les da un valor, en puntos. El cliente recibe una tarjeta en la que se anotan esos puntos, que luego pueden canjearse en la tienda por otras cosas que le interesen. Los puntos no caducan y el cliente puede pasar cuando le apetezca por Musutruk a ver si alguien ha dejado algo que le venga bien y adquirirlo con sus puntos acumulados.

¿Dónde está el negocio? En que el cliente tiene que abonar 8 euros al entregar el material del que se quiera desprender, si está valorado en 100 puntos o menos. "Los 8 euros son el mínimo, por eso es mejor que quien quiera venir a entregar algo, espere a acumular varias cosas para que el valor de lo que va a dejar ronde los 100 puntos", explicaba. Las tarifas por entrega van cambiando; de 101 a 150 puntos, el cliente abona 12 euros; de 151 a 250, 18 euros, etc. "Nada se compra y nada se vende, ese es el lema. La finalidad es que haya movimiento de género y que quien adquiera algo con sus puntos es porque también haya traído algo".

La ventaja es que el cliente no tiene que hacer el canje de inmediato, puede guardarse sus puntos e ir acumulándolos. El género que se ofrece está en perfectas condiciones porque el propio Ballesteros se encarga de revisarlo antes de recogerlo. El material que se puede encontrar en el establecimiento va desde libros, hasta, ropa, juguetes, bisutería, complementos, etc. Al principio se ofrecen muchas cosas nuevas de la anterior tienda. También está previsto que haya campañas especiales en Carnaval, para intercambio de libros de texto, material deportivo y otras.

La reforma necesaria no ha sido mucha, pero sí que ha pintado el local, lo ha redistribuido, decorado e incluso ha instalado un probador. La idea la vio navegando por Internet, y buscando posibilidades de negocio encontró dos establecimientos de este tipo en Madrid y se animó.

Aunque es muy consciente de que la población vianesa es mucho más reducida, tiene confianza en que funcione. "Hemos pensado en la gente de Logroño, que está a nueve kilómetros de aquí, y en la de poblaciones vecinas", añadía. También han hecho una campaña informativa y de difusión a través de folletos, página en Facebook y una web en la que están trabajando. La tienda abrió hace una semana.