1.000 zapatillas para continuar la fiesta en Viana

La cuadrilla Blodimery preparó las raciones de pan con jamón y tomate

La cuadrilla frente a centenares de zapatillas, listas para entrar a la plancha y repartirse. (ANA CENZANO)

viana sigue de fiesta, acompaña el buen tiempo y las ganas de disfrutar y olvidar por unos días los problemas. La jornada de ayer era el día grande, el día de la patrona, Santa María Magdalena, y especialmente por la mañana se respiró ese aire solemne, ya que se celebró la misa en su honor, con autoridades locales y regionales, la banda acompañó la procesión y no faltó el tradicional reparto de pastas en la plaza de los Fueros. La repostería vianesa ha evolucionado mucho y las panaderías de la ciudad innovan en sus productos. Sin embargo, el día de la Magdalena lo que se reparten son las pastas de toda la vida, los mantecados, españolas, magdalenas y galletas de nata. Eso sí, todo regado con un poco de moscatel. Estos días las autoridades se remangan y no les duelen prendas para servir ni platos de paella ni vasos de vino y moscatel. Así que ayer fueron los propios ediles del Consistorio vianés y autoridades invitadas quienes sirvieron a los vecinos y visitantes que se acercaron hasta los portales del ayuntamiento a tomar las pastas.

Y como la gastronomía llena buena parte de los actos festivos durante estos días, en la tarde de ayer no faltó una degustación. Si el día anterior, la peña La Serrería repartió patatas bravas, ayer le tocó el turno a la cuadrilla Blodimery. Es uno de los grupos más jóvenes que participan en la organización de las degustaciones y han optado por la zapatilla de pan con tomate y jamón. Son un grupo de 18 amigos de entre 21 y 24 años y desde hace cuatro se encargan de preparar este pincho. Eso sí, repiten en las fiestas de julio y en las de septiembre. "Nos apetecía hacer algo juntos como cuadrilla y participar con el pueblo, así que aquí estamos. Nos parece importante que haya un relevo generacional en el tema de las degustaciones", comentaban Ouadifa El Moudkadmi, Mamen Alfaro y Lorena González, tres chicas de la cuadrilla que ultimaban los preparativos antes de comenzar el reparto de zapatillas.

A pesar de que ahora las degustaciones ya no son gratis como hace años, sino que cuestan un euro, el número de personas que se acerca a recoger su ración ha aumentado. Comenzaron haciendo 700 y ahora preparan 1.000 zapatillas. "No sale barato y no nos queda mucho margen, porque el jamón es caro, pero a la gente le gusta mucho, así que nosotros, encantados", afirmaban. No quieren que se les quite mérito a su trabajo ya que, aunque parece sencillo, aseguran que hay que organizarse bien. "Antes hacemos una reunión para ver quién se va a encargar de comprar las cosas y luego distribuimos las tareas. Llevamos tres horas trabajando", decían. Ayer, antes de comenzar el reparto, en los bajos de Casa Añoa, podían verse los centenares de zapatillas, con su aceite, tomate y jamón, listas para entrar en la plancha. Los chicos se encargaron de la cocina, y las chicas, de la caja y los tickets. Después del trabajo, llegó el merecido descanso y todos se fueron de cena a celebrar la fiesta.