- La normalización de las relaciones ha conllevado un aumento de las atenciones realizadas a vecinos de la Comunidad foral
El consultorio de Viana, parte de cuyos pacientes reciben atención especializada en La Rioja.. Montxo a.g.
Enterrada el hacha de guerra entre Navarra y La Rioja por la cuestión de la atención sanitaria bilateral en las zonas limítrofes, la normalización de las relaciones ha conllevado un aumento de las atenciones realizadas a vecinos de la Comunidad foral.
Según datos de la consejería de Salud vecina, La Rioja va a prestar asistencia en 2014 a 1.556 navarros frente a los 1.306 del año pasado, es decir la previsión apunta a un 20% más. En gran medida el flujo de navarros a La Rioja se produce en la zona básica de Viana, que acumula el grueso de las atenciones, un total de 995 en 2013 a tenor de las cifras del departamento navarro de Salud, mientras que hasta julio de 2014 esta cifra era de 692, que también revela un franco avance.
Los focos de interrelación entre la sanidad navarra y riojana se hallan también en la Ribera Alta-Calahorra y Arnedo-Tudela. A los hospitales de las poblaciones citadas en segundo término se acuden a pacientes de la comunidad limítrofe, en el primer caso a navarros y en el segundo a riojanos. Ahora bien, el convenio suscrito entre Navarra y La Rioja sólo incluye la derivación de Viana al hospital San Pedro de Logroño.
El pacto que puso fin a unos meses de rifi-rafe entre las dos administraciones, que estalló en noviembre de 2011, no contempla contraprestación económica alguna entre ambas, sino de tipo asistencial, de manera que Navarra se compromete a facilitar el acceso a vecinos riojanos a determinadas especialidades muy específicas que tienen menor cobertura en esa región, como neurocirugía, cirugía maxilofacial, trasplante de médula o algunas subespecialidades de pediatría. En los dos últimos años 161 riojanos han sido atendidos por motivos similares a estos en Navarra.
El itinerario Viana-Logroño comienza en Atención Primaria, desde donde se indican las derivaciones atendiendo a dos criterios, conveniencia del paciente y listas de espera respectivas. La distancia relativa entre loshospitales de San Pedro en Logroño y el de Estella, 11 y 42 kilómetros, respectivamente, hace que el primero sea la opción más directa, aunque existen pacientes que prefieren seguir tratándose dentro del sistema foral.
Con la opción de elegir entre Navarra o La Rioja, los usuarios vianeses pueden esquivar algunas listas de espera. Es una de las razones por las que en las especialidades que más colapso registran en Navarra, por ejemplo, Neurología, los pacientes de la zona básica aludida son sistemáticamente derivados a La Rioja.
Pese a tener más alternativas, pacientes y médicos vianeses también hacen frente a un hándicap y es el hecho de que los sistemas informáticos de Navarra y La Rioja no están conectados y, por tanto, es el usuario quien tiene que encargarse de recoger los resultados de la pruebas o los informes obtenidos en La Rioja para después aportarlos en Navarra de forma que queden incluidos en su historia clínica.
Según datos de la consejería de Salud vecina, La Rioja va a prestar asistencia en 2014 a 1.556 navarros frente a los 1.306 del año pasado, es decir la previsión apunta a un 20% más. En gran medida el flujo de navarros a La Rioja se produce en la zona básica de Viana, que acumula el grueso de las atenciones, un total de 995 en 2013 a tenor de las cifras del departamento navarro de Salud, mientras que hasta julio de 2014 esta cifra era de 692, que también revela un franco avance.
Los focos de interrelación entre la sanidad navarra y riojana se hallan también en la Ribera Alta-Calahorra y Arnedo-Tudela. A los hospitales de las poblaciones citadas en segundo término se acuden a pacientes de la comunidad limítrofe, en el primer caso a navarros y en el segundo a riojanos. Ahora bien, el convenio suscrito entre Navarra y La Rioja sólo incluye la derivación de Viana al hospital San Pedro de Logroño.
El pacto que puso fin a unos meses de rifi-rafe entre las dos administraciones, que estalló en noviembre de 2011, no contempla contraprestación económica alguna entre ambas, sino de tipo asistencial, de manera que Navarra se compromete a facilitar el acceso a vecinos riojanos a determinadas especialidades muy específicas que tienen menor cobertura en esa región, como neurocirugía, cirugía maxilofacial, trasplante de médula o algunas subespecialidades de pediatría. En los dos últimos años 161 riojanos han sido atendidos por motivos similares a estos en Navarra.
El itinerario Viana-Logroño comienza en Atención Primaria, desde donde se indican las derivaciones atendiendo a dos criterios, conveniencia del paciente y listas de espera respectivas. La distancia relativa entre loshospitales de San Pedro en Logroño y el de Estella, 11 y 42 kilómetros, respectivamente, hace que el primero sea la opción más directa, aunque existen pacientes que prefieren seguir tratándose dentro del sistema foral.
Con la opción de elegir entre Navarra o La Rioja, los usuarios vianeses pueden esquivar algunas listas de espera. Es una de las razones por las que en las especialidades que más colapso registran en Navarra, por ejemplo, Neurología, los pacientes de la zona básica aludida son sistemáticamente derivados a La Rioja.
Pese a tener más alternativas, pacientes y médicos vianeses también hacen frente a un hándicap y es el hecho de que los sistemas informáticos de Navarra y La Rioja no están conectados y, por tanto, es el usuario quien tiene que encargarse de recoger los resultados de la pruebas o los informes obtenidos en La Rioja para después aportarlos en Navarra de forma que queden incluidos en su historia clínica.
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